Notas de la sobredosis de Fluxo Abril 2025

Estaba frente a él, el ser que puede fracturar mentes con solo existir

DIARIO

Reiki Arakawa

4/20/20252 min read

Me gustaría ignorar los motivos que me llevaron a esto otra vez, aunque están más claros que el dolor que aún siento en mi cerebro por la sobredosis. Se me hace remembranza la escena de Osamu Dazai en Isekai Shikkaku tomando sus drogas de la alegría como si fueran dulces. Todo lo usual de ser un ser de infortunio en el mundo real.

Paso ayer, o quizá un día antes de eso, sinceramente no recuerdo. Recuerdo mi mente completamente fracturada, eso sí. El hecho de recordar el motivo con nombre y apellido producto de la ironía de la vida, acentuó en mí el hecho de tomar más pastillas de las habituales.

Entonces decidí tomar alcohol, puesto que no podía olvidarla, y todo empeoro. Sentí que no me podía concentrar, sentí que estaba roto, solo atine a dormir, y esperar despertar con menos dolor al pensar, al existir, al respirar.

Ahora el dolor es perpetuo como antes, pero ligero a comparación de ayer. He estado mejor, el hecho de infligir esa cantidad de daño con creces a mi cerebro acentúa en el hecho de una verdad, algo miserable de mí mismo, estoy solo.

Quizá sea esperar mucho de la vida, pero ahora solo pienso en que el efecto de no pensar en absolutamente nada pase y pueda ser el de siempre, quizá enamorarme fue el mayor error de mi vida, vino acompañado con el hecho del autismo diagnosticado del cual me acabo de enterar. Soy especial, y nunca pude fortalecer lo que me hacía especial. Eso, de por sí, me hace más miserable.

La amé, quizá demasiado pronto, mirándolo de otra forma, es por eso que prefiero arrancarme esto de la manera más cruel de mi corteza cerebral, olvidarlo todo ya, ser un dios como lo merezco por el infortunio vivido por casi tres décadas. Es el destino que merezco, nada más que eso.

Mi mente se ha fragmentado, me duele pensar en la vida día a día. Al igual que Dazai, quisiera estar con Sa-chan camino al río, caminando al último momento de nuestras vidas, juntos, para siempre, unidos por el hilo rojo del destino.

Pero no será así, estoy condenado al infortunio, y así pereceré, sin motivo, sin nada, porque luchar. Solo avanzando sin cesar. Hacia el país de nunca jamás.

Escrito por Reiki Arakawa.