Exceso de confianza

Cuando empecé la universidad no me planteaba lo que quería hacer en realidad. Solo tenía una meta: Crear videojuegos. Tras mucho asesinarme, el mundo dejo de hacerlo un día de marzo de 2020. Ya había cambiado varias veces de perspectiva y aún no encontraba lo que quería. Decidí seguir la marea, a ver a donde me llevaba.

Toto-sama me manipulo bien, en todo caso mi rumbo ya estaba definido. Pensaba con nostalgia las tardes en las que me pasaba las campañas de la trilogía de Exceed, algunas de las mismas solo en japonés. Estaba desilusionado en realidad. Mi alma había muerto.

Entonces, como voto de la manipulación, decidí convertirme en Dazai. Me suicidé con más ganas todavía y he nos aquí.

Pensé mucho en mi familia y amigos de antaño. Más en los de la universidad que los de la escuela secundaria, puesto que esos jamás existieron. Me enamoré cuando pensé que jamás lo haría otra vez, y tras evolucionar una última vez, empecé a ver a las personas como simples mandriles.

Vivi para el mañana, decidí esforzarme por la humanidad, una combinación conveniente entre Geto del pasado y Geto del futuro. Me enamoré de mi odio por no evolucionar, y tras mucho tiempo, decidí avanzar hacia adelante.

No me queda mucho tiempo, creo que solo debo avanzar una vez más. Aun así, las cosas son como deberían haber sido siempre. Esa hambre por ser el número 1, esa hambre por derrotar a todos los Marines y obtener el One Piece está en mí. Ya poco queda de ese niño inocente del cual los bullíes golpeaban en el recreo. Y poco menos del ser de la emoción y exceso de confianza de los primeros años de universidad.

Ahora quiero derrotar a un boss final de esta mitad de año.

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He estado pensando mucho en lo que significo todo esto para mí, me volví muy frío en cuanto a lo vivido, siento que no importa nada. Cuando veo la cantidad de cosas que tengo en cima pienso que el yo de hace dos años se habría sobresaturado, pero el yo de ahora... bueno, es una cosa completamente distinta.

Aún no he llegado a mí prime, con la monster en cima, con el corazón a mil, con el corazón a mil, en lo que de verdad amas, la computación. Creo que finalmente he hallado mi camino. El viaje es largo, quiero llegar lo más lejos que pueda. Es una historia sin final, el eterno legado Jostar.

Aun así, me siento bastante desanimado por como es que este país está ahora. Y entre todo pienso, aún tengo algo más que demostrar. Un peruano, sin buenas notas, ni apoyo del estado o de sus profesores, un don nadie, un cero a la izquierda, ese ser miserable, puede romper la realidad.

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El sábado pasado salí con una amiga, era una salida común, fuimos por allí a ver cosas comunes, entre todo no pude evitar sentirme sumamente aburrido. Quizá no deba decirlo, quizá sea su compañía o quizá como era yo. Quizá solo he cambiado.

Hay poco que me interese ahora. Voy avanzando en esta ruta, sin fin, camino hacia el Boss final de Exceed, buscando encontrar mi adolescencia a través de una gran aventura de vampiros, hadas, brujas, dragones, y seres de otra dimensión. Quisiera creer que el amor me ayudara, pero lo dudo con creces. Ahora solo quedo yo, frente a la ruta de la serpiente.

Aún queda bastante por hacer.