El voto de Dazai
Escrito originalmente en Blogger el 5 de febrero de 2022. Al parecer mi prosa era bastante deficiente. Bueno, más que ahora.
PERSONAL
Hace unos años revisando algunas cosas traspapeladas, pensé en morir las suficientes veces como para llenar un pequeño país con mis potentes cadáveres. No sabía por qué. No quería entender. Solo quería ser más fuerte. Y para ello, debía morir muchas veces.
El mundo es curioso, un amigo mío, en unos meses me recomendó un anime llamado Bungou Stray Dogs. Y me vi a mí como un Dazai, Dazai Osamu, pero a la corta edad de 10 o quizá 8 años.
Fue cuando lo hice mi evangelio. Y a partir de ese momento, me suicidaría como vocación.
Siempre me sentí identificado con Rei Kiriyama, un estudiante prodigio del shogi (o el ajedrez japonés) que juega para sobrevivir. Pero siempre fui una diminuta versión de Dazai.
Mi amigo, el que me recomendó el anime, él se puede ver que sí es un Dazai. Yo solamente soy un prospecto a este.
El tiempo pasó, y tras muchas drogas de la felicidad, depresiones, superaciones, chicas que no pude convertir en mis novias y exnovias que terminaron con otras personas, aquí estoy.
Volviendo a ser Dazai.
Mejorado, y evitando dormir.
Aún trato de entender el mundo de Dazai, pero por ahora, quiero morir de una manera diferente. Logrando rozar con la punta de mis dedos el límite del universo.
Tengo planes, más que antes, codeo más que de costumbre, y ahora toca, multitasking a un nuevo nivel.
Hueviar sin hueviar, respirar para codear, respirar codeando. Morir, y volver a nacer. Todo esto a un nuevo nivel.
Para esto, toca entender los límites del mundo, y yo lo haré. Me esforzaré. Y si muero en las próximas horas, tengo algo que decir. Me golpeé yo mismo con mi puño la sien derecha. Puede que sea mortal como que no, simplemente no entendía y me frustre. Ahora solo quiero dormir, si muero por eso, es porque fui huevón. Mata a mis enemigos futuro yo.
Tengo el cansancio y frustración de un mundo sobre mis hombros.
Mientras exista la humanidad, la oscuridad prevalecerá.
Escrito por Reiki Arakawa

