El poder de ser valiosos - Review

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LIBROS

Reiki Arakawa

8/14/20242 min read

He visto el infierno más veces de las que quiero admitir. Quizá por eso tome el camino que sigo hoy.

He hablado un poco del un poco de la sensación de estar maldito por algún ángel de la muerte. Un fantasma que me persigue y susurra en mi oído derecho, cosas malas, terribles. El infierno radica en que, este ser, tiene razón al advertirme, o incluso, predecir cruelmente la realidad venidera.

¿Por qué mencionar esto en esta review? Creo que va al tino, Tras devorar las páginas del libro de Arnold empatice, sinteticé, digerí y otras partes simplemente descarte. Algunas relacionadas con este fantasma que me atormenta. Algunas partes del pasado y de “todo lo malo” que decidí enterrar en la ira del deporte eterno de ser el más fuerte.

Arnold expone su perspectiva, hace énfasis en su visión con experiencias autobiográficas de porque tú deberías poner de tu parte por lograr tus sueños. Una de las partes de las que me quede pensativo fue, la visión de la perpetua emoción por un objetivo final. Mentalizarse, vivirla, ponerse la camiseta por tus sueños. Siempre hay tiempo, y no hay escusa para no perseguirlos. Esa es la lección que saco de este libro.

Énfasis en la visión de un deportista que a través de lo que le da la vida me vi varias veces, reflejado en etapas donde enseñaba a gente que pasaba junto a mí, muchas veces rivales, Arnold hace énfasis en eso, enfatizando en que siempre debes absorber el conocimiento.

Fue allí donde las cosas se empezaron a distorsionar. En esa específica parte llamada deportividad y caridad. “Sé caritativo”, “Todos estamos en una lucha común”. Sentí que eran antónimos a lo que había vivido todos estos años. Varias heridas del pasado empezaron a abrirse, devore las últimas páginas y pensé, que me estaba volviendo bastante inhumano.

No sé cuando empecé a ser atormentado por este fantasma. Incluso no sé si fue al unísono de mi odio hacia la humanidad. He llegado a pensar que ambos vinieron en pacto. Cuando nací, y crecí siendo un fenómeno natural, simplemente destinado a destruir a la humanidad.

En 2012 hasta el 2014 probé la caridad de la que habla Arnold. Y no sentí nada, no sentí júbilo ni autosatisfacción. Simplemente, veía a los que eran inferiores a mí como monos. Quizá incluso desde antes, he estado condenado al dolor.

La vida me enseño que el trabajo duro y nunca perder de vista tu objetivo te hace romper maldiciones. Quizá porque estoy bastante concentrado en romper el destino. Quizá esta pelea conmigo mismo evite que pueda ser humano. Quizá es algo que haya decidido ser, incluso que haya aceptado ser. Un hombre no puede huir de su propia naturaleza.

Todo lo que Arnold escribió tiene sentido, todo es real, todo para una persona normal. Para mí, es quizá un recordatorio de lo que jamás lograré ser: normal.

He de rescatar el significado del esfuerzo, mi lucha aún no acaba, tengo bastante grava que podar, y no lo lograré siendo lo poco humano que soy. En este mundo, existen diferentes tipos de desesperación, sufrirlos te hace inevitablemente diferente. Y siendo diferente, romperé esta realidad.

Tomo lo que me ayudara, descarto lo que no lo hará. Vivo para pelear conmigo mismo, romper la realidad. Si tengo que descartar mi humanidad para volverme el mejor DS CS del mundo, que así sea.

He aquí un libro que le funciona a cualquiera, menos a mí. Bienvenidos a mi pequeño mundo infernal.