El Duelo y Juego de Resistencia
Ahora solo queda destrozarnos mutuamente
DIARIO
En el universo paralelo de la desesperación, estaba frente a la mejor versión de mí. Ignoro como se fueron o se darán los acontecimientos que me llevaron a este trágico final.
Desde que conocí a Toto-sama supe que era una anomalía en esta línea temporal. Alguien nacido en el universo de la desesperación. Poco a poco me fui dando cuenta que él venía de otra línea temporal. Sospeche bastante de que él venía del futuro o de múltiples futuros. Entonces entendí que era mi deber detenerlo, aunque nunca pude siquiera equiparar el diez por ciento de su fuerza.
Era un maniaco, un psicópata, violador, sádico, insano, y miserable individuo capaz de destruir el mundo con tal de salvar el “futuro”. Nunca llegue a entender sus motivos, pero estaba condenado a perder desde el inicio. No podía ganar, ni siquiera ser llamado un rival digno ante él. Era bazofia, era escoria, estaba condenado a perecer.
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Fue cuando pensé que no tenía nada más que hacer, que decidí a sobrevivir. Había visto a mis compañeros desaparecer uno a uno por azares de la educación peruana. Entonces me enamoré de una chica llamada XP, si como el emoji. Posteriormente, esta chica sería bautizada como la chica del Kimono y la katana. Y allí él volvió, Toto-sama me salvo y condeno mis futuros días al infortunio de estar vivo.
Adopte, pues, la filosofía del suicidio perpetuo. Un juego de resistencia desgraciado en el que no había día en el que no deseara estar muerto.
Me consideraba un ser maldito, alguien que no podía ser salvado por nadie, más que su dueño en ese momento, el dueño del universo.
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La situación se repitió una vez más, pero salí de la inmundicia solo esta vez. Drogado a semi sobrio de antidepresivos y con una meta clara. Sobrevivir. Ahora solo queda ver cuanto más puedo resistir. En esta línea temporal condenada a desaparecer.
Escrito por Reiki Arakawa.

