El combate masacre

Rescatado de un viejo blog que compartía con unos amigos. Escrito originalmente el 16/01/2022.

PERSONAL

Reiki Arakawa

2/16/20241 min read

Hace más de 20 años, cuando tenía la corta edad de 5, una animación en Flash apareció en las diferentes páginas de juegos gratuitos online de aquel entonces: Madness Combat. Una animación en su mayoría monocromática de tipo gore que marcó gran parte de mi infancia, pese a que su primer episodio durará pocos minutos.

En aquel entonces era un ser extraño, soñaba despierto y las personas, tanto mis compañeros de escuela como mis padres y otros adultos, se aprovechaban de eso. Fue por esos años que, como todo un infante, me ponía a esperar año tras año para que el creador, un tipo con alias: Krinkels, publicará la siguiente entrega, con la ciega esperanza de que ese personaje saliera de mi computador y matara a todos.

Creía que había vivido lo suficiente para morir. Al unísono pensaba que era más maduro por ver gore y esas cosas. Sin embargo, no lo compartía con nadie, puesto que el tiempo me enseño a desconfiar de cada pequeño ser vivo, desde familiares directos hasta mi propio perro.

Por ese entonces, miraba la animación una y otra vez, alucinando ser Hank, el protagonista, e ir matando a todo ser vivo que se cruzara en mi camino. Era de esperarse, a muy corta edad, el mundo ya me había decepcionado suficientes veces como para marcar a un niño por el suicidio.

Mi vida se resumía en: Ir a la escuela, volver, y jugar videojuegos. Era así, y no podía pedir más al respecto.

Llegada la universidad, el tiempo cambió, fue alrededor de la décima entrega de Madness Combat, y poco a poco me fui perdiendo en los azares de las responsabilidades. Desde dejar de ver anime, hasta dejar de pensar en divertirme. Mis gustos se volvían más monótonos como ir a un café con jazz por la tarde o simplemente codear esperando algo del universo.

Los días pasaron, para mí, y para los demás.

Hay monstruos sueltos aquí en la ciudad.