Cenizas I

Fue en 2013 que entendí que esta carrera haría mierda mis sueños, pensé en suicidarme repetidas veces, y entre las mismas, mi mundo se hacía cada vez más gris.

No continúe por mero gusto a la misma, ¿Cómo puede gustarte algo que te hace daño? Pensé en dedicarle escaso tiempo, no sé cómo ni porque termine corriendo mucho más que otras personas. Simplemente lo hacía. Codeaba más que nadie. Y lo hacía por mero placer.

En algún momento empecé a tomar antidepresivos. En aquel momento simplemente nublaron mi juicio. Nadie tiene la culpa de lo que me ocurrió más que yo mismo. De lo que sí no puedo justificarlos era que nadie se apiadó de un perro callejero moribundo como lo era yo en ese momento. El tiempo pasó. Y entre volver o no a las drogas, ahora estoy aquí, con ellas, otra vez.

Odie cada parte de mí, odie cada parte de la gente de aquí. Y... finalmente odio la realidad. Solo quería estar bien, todos parecían estarlo, pero yo no.

Era verano, 2014, mis amigos estaban sufriendo por aprobar, llegó el otoño, primavera. Un amigo me dijo: "Er dijo que solo era un 10% de talento para pasar esta carrera, pero cuando te veo parece sencillamente que es el 100%". Le dije que no era cierto, pero terminó desapareciendo.

Poco después de eso me fui a la escuela de diseño. Simplemente no podía tolerarlo.

En este mundo de cenizas la gente se incendia y deja legados, supongo que yo los llevo conmigo, puesto que no puedo olvidar sus deseos y visiones del mundo. Pero aun así, me resulta a veces sumamente doloroso recordarlo. Solo a veces.

Sigo adelante, como siempre. Y su deseo de superar este infierno parece haber desaparecido como una cicatriz que ya lleva tiempo cicatrizada. Recuerdo eso, pero no me importa mucho siendo sincero.

Sigo pensando en la vida de vez en cuando. Pero siendo bien sincero, prefiero pensar más en el mañana que en el hoy y la mierda referida al ayer.

Añoro los días de verano donde solía hueviar sin razón aparente.