Asesino de titanes

No recuerdo mi nombre ni donde nací, he vivido lo suficiente para completar unas cuantas vidas humanas y sigo viendo el ocaso de la misma manera.

Ignoro como fui creado, soy un errabundo, un nómada de las montañas. Viajo de país en país ignorando a la humanidad, pero paso desapercibido por el común denominador de alguien enfermo en la calle. He visto cientos de vidas entre el infierno y el cielo, he visto a mis maestros perecer frente a los esbirros del original, Tártaros.

Camino de ciudad en ciudad en su caza, nunca encuentro pista de su paradero, aun así sigo cazando. Titán tras titán de sus esquizas, fragmentos de una futura batalla en el pasado, en la que nosotros dos nos enfrentamos.

Ignoro como se darán los sucesos en aquel momento, solo que debo seguir al asecho del titán original, un ser capaz de destruir el mundo con un chasquido, y reírse de la humanidad después.

El infortunio sigue a los cazadores, todos ya han perecido, he sido maldito con su sangre, la perpetuidad y la juventud me persiguen, veo frente a mí la odisea de la eternidad con desosiego, y simplemente avanzo una vez más.

En el pasado del mañana nos enfrentaremos él y yo, blandiendo dos espadas. El ser original, el infortunio, baño con su sangre mi deceso, ganándome así la eternidad. Desde entonces ando en su caza, caza de los vestigios que le pertenecieron, en este bucle temporal, en busca de que, algún día, acabe.

Escrito por Reiki Arakawa