Anécdotas del mundo exterior: Esa tarde de sobredosis de café (y sus serias consecuencias)
Rescatado de Tumblr, ante ustedes, el peor dia de mi vida...
PERSONALDIARIO


Era viernes 13, octubre, 2023. Iba a mi cafetería favorita, pase por la tienda de comics como es usual, lo hago una vez por semana.
Mis actividades se limitan a esas tres, más una se repite dos veces. Disculparán mi tono despreocupado, pero así como los supersticiosos tiraran dedo al día, este pues, fue el peor día de mi vida. Al menos, en el mundo exterior. Disfruten.
Iba de regreso de la Mercaderes de subida, fui a mi cafetería favorita y pedí un Cold Brew, el sol era insufrible, mi ya idiotamente había sido afectada por las brazas solares del día, pedí lo primero que podía apagar aquella insolación.
Estaba activado, entonces fui a la tienda de comics, le recomendé el café que había probado al dueño, es un buen amigo, y ambos somos cafeteros.
Por algún extraño motivo volví a la cafetería. Pedí otro Cold Brew, fue allí donde todo se fue a la mierda.
Sentía una sed descomunal, y tras acabarme una botella de agua en comprada en un puesto ambulante de la esquina, pude llegar al paradero.
Tome el primer bus que me llevaría a casa, estaba cansado, tenía sed.
Llegue a casa, a eso sentadas las 4, tenía reunión con los del trabajo, reu de integración. La reu de por sí no aporto nada, así que seguiré con la historia. Terminada la reu ya eran las 6, tenía una sed abrasadora.
Fui a la cocina en el primer piso, me acabé toda el agua que había previamente hervida pero fría. La sed se opacó un poco.
Fue entonces que pasee a mi mascota, una perrita de 8 años pug llamada Noah, nombrada así en honor a una hechicera en un juego de rol que solía jugar en mis primeros años universitarios.
Pase por la tienda de la urbanización mientras la paseaba, pedí 4 botellas de agua, me despedí y volví a casa, otra vez estaba deshidratado.
Al llegar me acabé cada una de esas botellas, por algún motivo en mi mente repetía la escena en la que Baki está desnutrido y se toma agua con fructuosa.
Llame a mi padre (desgraciadamente), y me pidió que comprara comida, mi madre y mi hermano habían viajado a la capital, estaba solo en casa.
Salí a comprar una pizza y, ni bien 10 pasos de mi casa, me di cuenta de que no tenía llaves. Y que pronto tendría que ir al baño, y aparte, olía a cadáver sudado.
Resignado, compre una botella de agua más y camine hacia la pizzería, esta quedaba a 8 cuadras.
Camine, Camine, me acabe el agua, y seguí caminando. Cuando llegue, pedí la pizza de siempre y le pedí prestado su baño al dueño. Las ganas abundaban, la orina no.
Entendí que estaba jodido, volví a mi asiento y, resignado, empecé a esperar la orden.
Al conseguirla, mensajee a mi vecina, le pedí prestado su baño, quería asearme, no podía creer que me había rebajado tanto. Pero en ese momento, no había de otra. O al menos eso pensaba yo.
Paso lo que tenía que pasar, le regale la pizza a mi vecina, llame a mi padre para que él trajera algo, y luego de todo, luego de todo torito (o al menos eso creí). Mi padre me llama.
"No tengo llaves, abre la puerta."
Desde ya el resto es una mierda, mi padre encontró una copia de la llave de la casa en su mochila. Cenamos, me sermoneó por tremenda pelotudez y pedirle el favor a la vecina, entre lo que se puede esperar de un padre de mierda, cero hombro, mucha saliva.
Los próximos días evite el café, le regale uno de mis cafés especiales a la vecina, por el favor, no quiero recordar ese día, y al final, quizá fruto de la deshidratación, perdí suficientes neuronas para que no me persiguiera ese día.
Me volví supersticioso, quiero ir a Salem.