Algunas notas de porque, simplemente porque, no puedo mas, y sigo de pie

Cuando era pequeño todos veían Dragon Ball, no importaba que haya salido 10 años atrás de los nacimientos de mis compañeros de curso, era un sentimiento, una sensación. Mi primera interacción con él fue un niño en ese tiempo, malo en calificaciones, y humano a más no poder, que había visto todos los episodios.

Mi vida seguía tan miserable como siempre, por ese entonces yo tenía una consola de videojuegos bastante mediocre. Como ya mencione antes, mi vida era miserable de por sí; sin embargo, un día, los pocos “amigos” que tenía me invitaron a jugar videojuegos por el cumpleaños de uno de ellos. Allí estaban jugando el último Budokai Tenkaichi.

Lo dominé a la segunda rotación, cuando alguien ganaba, el perdedor dejaba el mando y pasaba al siguiente. Uno de los chicos de esa rotación, a la cual ya le había dado casi yo una vuelta entera invicto era un chico llamado Tambor. Mi único amigo que me queda de esa etapa escolar.

No es porque hayan muerto, simplemente que los odie, y muy posiblemente, ellos me odien también. No sé que pensara Tambor al respecto sobre mí, pero, sea como sea, ese videojuego me hizo sentir bueno en algo para variar. Al menos así fue, hasta que él toco el mando del rival.

Me destrozo.

Años después el cambio de escuela, no supe más de él, pero al momento de cambiar yo de esta por temas de bullying, termine en su misma escuela una vez más, era mi mejor amigo. El único que puedo rescatar de esa escuela, de hecho, de las dos, de todo el tiempo, de la perpetuidad escolar.

Paso el tiempo, mantuvimos el contacto, seguíamos jugando Dragon Ball en su casa o en la mía, en vacaciones de la universidad. Luego de un tiempo, perdí contacto con él, y simplemente la pandemia llego.

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Conocí a la chica del huracán en mi segunda escuela, me gustaba Budokai Tenkaichi, no paraba de hablar de ello con ella, en nuestro segundo aniversario, yo en quinto, ella en cuarto, me regalo todos los arcos DBZ en DVD pirata. Era una chica bastante despistada, era obvio que no iban a estar en buena calidad. Aun así, era una memoria en particular que quería mantener viva pese a todo.

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Conocí One Piece en mi segundo año de universidad, su historia me enamoro, entendí lo que significaba dedicación por parte del maestro Oda. Y fue aún mayor cuando entendí de donde venía él. Él admiraba a Akira Toriyama y su obra lo hizo llegar a él.

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En los últimos años de pandemia, Warner empezó a pasar las películas de DBZ, simplemente sentí un vacío, un pseudo síndrome del impostor en el que me decía “Me hubiera gustado vivir estas películas en mis mejores años”. Ahora solo es un fragmento del pasado, el cual ya no quiero recordar.

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La chica del huracán y yo terminamos en 2013, el motivo es cuestionable, ella se fue llorando. Lo último que me dijo es casi equivalente a la frase que le dice la protagonista de la chica en la orilla del mar cuando todo se va a la mierda. Estaba vacío, la necesitaba, pero aun así decidí romper con ella.

Un año después, contacte con Tambor y Castor para seguir jugando de vez en cuando, la vida seguía, solo que yo, sin darme cuenta, estaba en piloto automático.

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Cuando salió la primera película después del regreso de Toriyama, no fui a verla. Para variar fue mi prima, mi prima que no era tan de anime. Ella fue a verla con su enamorado de ese entonces. Todo termino mal en esa relación. Sinceramente lo vi venir. Aun así, cuando la película cruzo mi retina, simplemente pensé “Es obvio que se trata de él”, refiriéndome a sensei Toriyama. Era su estilo, era el destino: “Tu tiempo no ha pasado todavía”.

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Era el único chico que no había derrotado en la PS2 de mi amigo, se llamaba Tambor, elegí a cualquiera que fuera un SJ de la saga GT, él eligió a Androide 17 de GT, fue una batalla corta, lamentable, y sencilla. Fui derrotado. En ese entonces éramos solo niños, pero yo entendí, que ese chico era quizá el que tenía más motivos que yo para seguir adelante en ese momento. Deje de tocar el mando en ese mismo momento. Como una visión del futuro sentí, que mi destino no estaba en los videojuegos.

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Odie cada parte de mi ser por los años venideros, no supe que fue de mí luego de lo sucedido en pandemia, espere morir cualquier día, pero aquí estoy, enfrentándome a mí mismo, a mi bastarda versión de Freezer. Y sigo de pie, pese a que todo parece estar perdido.

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Todos tomamos caminos separados, aun así todos estamos unidos. Usted quizá no fue el principal motivo por el que estoy aquí parado. Pero es el motivo por el cual estaba parado varias veces en el pasado, cuando debía estar bajo tierra. Me podía haber suicidado con lo de la chica del huracán. Podía dejarme llevar por la fatiga en pandemia, y no recordar esa escena de la Saga de Cell cuando Gohan da todo de sí. Podía simplemente ser normal, morir como prospecto científico, y simplemente dejarme llevar por la mediocridad. Pero usted estuvo allí, detrás de mí, con una palma en mi espalda, empujándome a seguir.

El legado está con todos sus fans, sus estudiantes, sus sucesores. Somos su legado, gracias por salvarme la vida Sensei Toriyama.